Vistas de página en total

sábado, 7 de marzo de 2015

Tejiendo para Vane

Ya estoy cerca de la hora acordada, debo trasladarme varias millas desde mi casa a cualquier destino, sea de trabajo o de placer, así funcionan las cosas acá, y uno poco a poco aprende a aceptarlo.
Hoy el destino es más que placentero, me piden unirme y celebrar los 40 años de Vane.  Y me piden, y no puedo sino aceptar, tratar de hacer un encuentro original donde el regalo sea algo hecho por nosotros mismos.
Cómo imaginarán no iba salir una mantica de crochet de por estos lares.
Entonces desempolvé este blog, que habla de mis cariños más profundos, de estados de ánimo, y de una época donde me permitía estar más conectada, entonces sucede que regalando me regalo.
Conocí a Vane apenas con tres meses sobre estas tierras, un contacto entrañable, nuestro Paisa nos puso en el camino, una llamada y unos brazos abiertos, han sellado un cariño que se hereda.
Siempre he tenido la impresión de que nos topamos en otros lados, en esas escenas donde estuvimos en sitios similares, recorrimos caminos parecidos.
No hay mucho que explicar, siento reciprocamente que nos hemos adoptado.
Si no la conociera, y viera su extensión digital por vez primera, quisiera conocerla, descubrir a la persona que muestra con imágenes o palabras lo más profundo de la vida. Sus pies descalzos, sus reconocimientos personales, ese cariño a la familia que brota natural.
Quisiera conocerla más ahora, que soy su amiga, porque siempre siente uno que no nos damos el suficiente tiempo para ese proceso que no termina.
Cuando las cosas han ido bien la he querido tener cerca, proponerle proyectos, alcanzar cimas con ella. Cuando las cosas han ido mal, no he encontrado más linda sonrisa y apoyo.
Vane, celebro tu llegada a este hermoso tiempo, celebro los viajes y virajes que nos permitieron ser vecinas en el extranjero, celebro tus cariños que por extensión son los míos.  Me reconforta saber que tantos te quieren, así que celebremos este cariño.