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sábado, 23 de agosto de 2008

La Coma


Si alguién es visual, visualmente activa, es la protagonista de esta historia, sin embargo, mis primeros recuerdos de ella son enteramente auditivos, un sonido rotundo del castañear de sus suecos, y el eco, por los pasillos de la Universidad Católica Andrés Bello, anunciban la llegada.
Luego, antes de su imagen la precedia su voz...un ronroneo suave y firme, y un hola que me hacia pensar que ella se lo pasaba muy bien...y asi era. La llame triple orgasmo, como un reflexivo sobrenombre; y luego por supuesto entraba al salón con su cigarrillo en la mano y las greñas en alza...lo es, ella es todo un personaje.

Compartíamos desde siempre muchas cosas, aún sin saberlo. Una, el amor por la radio, y unos comienzos intensos en este medio, que marca para siempre.

Pero más tarde, unidas por el Sur, descubrí, que quizás lo que más nos une es la esencia de mujer.

Porque en mi largo trayecto por Guayana, una de las cosas más bellas que me ha pasado es volver a ver a esa chica que intrigaba en la universidad, y con la que compartí poco.

Fue un reencuentro poblado de hormonas. Estabamos a diferencia de cuatro meses las dos en embarazo, eramos vecinas y estabamos en esta ciudad.

Desde ese entonces, Pamela Astudillo y todos los suyos son mi familia. De esas bendiciones que siempre me acompañan, nunca he estado sola, pero más que eso, siempre he tenido a mi lado gente maravillosa.

Entonces, nació Camilo, mi pequeñín, y Pamela, con una panza inmensa lo acuño, y no ha dejado ni un sólo momento de prodigarle amor, y una complicidad propia de esos seres que ya han compartido en tantas otras dimensiones.

Luego llegó Paulina Paz, con la que me une la energía de la feminidad, ese carisma y esa chispa que me ha encantado, y que he seguido con atención.

Estos dos jovencitos, nos recuerdan el tiempo, y lo mucho que hemos atravesado juntas.

Las decisiones clave, las dudas de vida, dolores de entrañas, y alegrías explosivas, y la admiración de reconocernos y diferenciarnos y acercarnos en cada paso.

Mi comadre y Gustavo, su compañero y mi amigo también, me han cuidado y protegido en muchas ocasiones.

Me han heredado amigos, trabajos, experiencias y hasta mi felicidad actual se las suscribo.

Es mi comadre, quien con su dulce divino amor, hizo de cupido, y me presentó a Luis, con quien ahora comparto y escribo un nuevo libro de vida.

En ocasiones sus consejos han sido anticipadamente asertivos. En otras tantas, el sólo vernos, nos ha hecho aliviar el alma.

Hoy la Coma, con su siempre Gus, con el brillo de Paulina, y con mi bella Pascuala, parten aún más al sur.

Hoy otras tierras percibirán, lo que los que los hemos disfrutado sabemos. Con palabras de Pam, potentes y amorosos, allí van. Me emocionan, por que van pariendo un proyecto de familia. Me enorgullesen porque además son dos colegas muy respetados, y en otra latitud los han apreciado en esencia.

La inteligencia los simboliza, pero más allá de ese detalle, lo que los hace más interesante es su manera de establecer lazos humanos.

No hay forma de que esta aventura, no sea otro éxito, no hay manera de que no la aprovechen.

Nos dejan movidos, pero alegres por su coraje.

Yo por lo pronto tengo elaboradas mis maletas mentales, y me veo disfrutando con ellos, y con Zulma y Michelle, mis otras amigas, que estan en el Buenos Aires que ahora añoro.

Qué portento de mujeres les hemos mandado, esto debe ser parte de la misión planetaria de Venezuela, para con el resto de la humanidad.

Se me salió el ego tropical!!!!!

Pero en esencia, quiero compartirles que la Pame y yo, hemos honrado con creces, lo que es ser COMADRES!!!!

Mil bendiciones, los amo.

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